23 may 2015

Soldado del 78th Regiment of foot - Persia, 1857


Habían luchado sin saber que hacía casi un mes que se había firmado la paz... El 1 de abril de 1857, los británicos, entre los que se encontraban los soldados del 78 regimiento de a pie -ataviados como el que aparece en la fotografia de la miniatura superior-, tomaron la ciudad de Ahvaz; fue un combate más de los que formaron parte del conflicto anglo-persa iniciado en noviembre de 1856, después de que los persas tomaran Herat, violando de esta manera el tratado que ambas partes habían firmado tiempo atrás. Cuando los británicos se hicieron con el control de Ahvaz aún no sabían que veintiocho días antes se había acordado en París el alto el fuego y el cese de las hostilidades.

Esta es la primera figura de un 'highlander' con la que me atrevo. Forma parte del catálogo de Art Girona y fue modelada por Alfonso Gozalo a una escala de 54 mm. No tengo fotografías de todas las fases del proceso de pintado y ambientación, pero sí conservo algunas de las diferentes etapas.

Faltan, por ejemplo, instantáneas del pintado del tartán Mackenzie del 'kilt' -la falda escocesa- de este regimiento. Quizás en alguna entrada futura realice alguno. Fue un proceso lento, delicado y laborioso, como ocurre siempre que se quiere ser fiel a la realidad en la reproducción de prendas y detalles a escala muy pequeña.


Con el apoyo de la fotografía anterior puedo decir que una vez pintado el esquema del tartán con los diferentes colores necesarios fue necesario "ensuciarlo" -proceso en su fase inicial que intenta recoger la imagen- con pigmentos y lavados con color negro muy diluido para conseguir el aspecto apagado que solía tener.

Para la casaca usé una gama amplia, como la que se ve a continuación.


Los colores empleados son Rojo Carmín 70.908/30) para la base al que fui añadiendo Bermellón (70.947/29) Rojo Amarath (70.829/130) y Naranja Intenso (70.851/24) para las consiguientes subidas y luces y Rojo (70.926/33) y un poquito de Rojo Oscuro (70.946/32) para las bajadas, con una pizca en las partes más oscuras de Azul de Prusia Oscuro (70.899/50). Pero son muchas las combinaciones que admitiría. El aspecto es ciertamente vistoso al combinarse con el blanco de los correajes y la parte oscura de la falda.

En el caso de la cantimplora, usé una gama de cuatro mezclas con la intención de que diera un poco de vida a la parte trasera del soldado, como elemento característico por ese azul tan peculiar. Intenté emular los tablones y la textura, para finalmente pintar el número del regimiento en blanco.



Resultó entretenido trabajar las texturas tanto de la manta gris como de la mochila, de lienzo negro, con una funda de charol para la marmita y, por tanto, un poco más brillante.

Otra de las partes complicadas de un highlander son las medias o calcetines, cuestión que abordé en una entrada anterior. Hay que armarse un poquito de paciencia, ya que el volumen de los gemelos puede hacernos perder la proporción de los cuadros y, si no vamos con cuidado, llevarnos a inventar  cruces que la lógica indica que no pueden producirse. En ese caso hay que...¡volver a empezar!

En el caso de la base y de la ambientación, esta fue la propuesta de partida.


Arenisca Sandy Paste de Vallejo, sobre una base realizada con pasta de modelar de secado al aire, a la que se adhirieron piedrecitas de diferentes tamaños, algunas raíces de planta para que simularan troncos de diferentes arbustos y ovillo de mar para recrear hierba seca. Mi intención era ubicar al soldado en un ambiente arenoso, con tonos amarillentos que generaran sensación de sequedad y calor. Algunas piedras blancas romperían ese fondo. También quería encontrar para el suelo un color que contrastara con el rojo de la casaca y, sobre todo, con el 'kilt', la prenda más oscura de la presentación frontal de la figura. En la foto se puede apreciar también el trabajo sobre el 'sporran', la bolsa que cuelga con las seis colas oscuras, que tienen un pequeño toque de luz.


El fragmento visible de tez de la figura, encuadrado por ese gorro de algodón blanco y por la barba, es bastante pequeño. Resulta un reto interesante trabajar la expresión en ese diminuto rostro ceñudo.


 Para acabar, algunas fotos finales de una figura con la que he disfrutado y aprendido.









¡Un saludo!

KPG

14 may 2015

Despiece y preparación de Boudica (Origen Art)


A finales de mayo toca curso de texturas con Pepa Saavedra y hay que calentar motores. El busto elegido es la maravillosa Boudica salida de las manos de Pedro Fernández (Origen Art), uno de mis escultores preferidos, por qué ocultarlo.

De una delicadeza extrema, el modelado presenta a una joven y bella líder icena con la lanza en una tensa mano derecha, herida en el antebrazo, con la mirada buscando el combate cercano, una ligera vestimenta que cubre un sugerente cuerpo de mujer arropado por una capa de tejido que puede ser más vasto o grueso y un largo cabello ondulado al viento que es una obra de arte en sí misma y que habla de la pericia y arte de su escultor. La espada, aun enfundada, servirá para equilibrar el conjunto al dibujar una diagonal con el extremo del proyectil, dejando el bello rostro de la guerrera a medio camino del recorrido entre los mortíferos metales.



Después de un lavado con agua y jabon, apenas hay que dedicar tiempo a la limpieza de excedentes de resina atrapados entre los recovecos del cabello. Un suave repaso de toda la superficie con una lima de un grano de 1200 o superior nos ayudará a conseguir un buen soporte limpio y exento de elementos que generen relieves indeseados para la imprimación inicial.

Habrá que ser cuidadoso con el recuerdo de la línea de molde que pueda atravesar los deliciosos dedos que sujetan la madera de la lanza para no estropearlos con la cuchilla o el lijado.


Las venas de la mano, unas más o menos insinuadas o marcadas que otras, son una maravilla.

Llega el momento de empezar a preparar la figura para el proceso de pintado.

Puesto que deberemos llegar a la parte del torso a la que el brazo derecho hace el acceso más complicado, tendremos que ingeniar un modo de pintar el busto sin manchar las carnaciones o las ropas por el uso del aerógrafo o del pincel en nuestro intento por querer llegar a los rincones más ocultos de la cintura con esos obstáculos de por medio. 

La forma más sencilla de conseguirlo es pintando la piel del busto, separar luego el brazo con el fragmento de lanza, proteger las carnaciones pintadas, llevar a cabo posteriormente la pintura de las telas y otros elementos y, una vez acabado todo esto, adosar de nuevo el antebrazo.

Para ello podemos emplear este procedimiento inicial, siguiendo los consejos de la propia Pepa Saavedra.

En primer lugar, colocamos un perno entre las piezas del brazo y procuramos que encajen bien.



Luego, ponemos Maskol u otra substancia como máscara líquida que permita proteger con una película la pieza del antebrazo, para que esta pieza no quede sujeta por completo a la parte del brazo que forma parte del busto cuando después -como veremos- se use la masilla a modo de unión entre las partes.



Una vez que la máscara protectora esté seca por completo, podemos afianzar el brazo al busto con una goma elástica, cinta adhesiva u otro método con el objetivo de impedir que se mueva mientras rellenamos los posibles desajustes con masilla en la etapa posterior.


Ahora hay que emplear la masilla para corregir esas separaciones entre ambas partes del brazo. En esta ocasión he empleado Magic Sculpt.



En muchas ocasiones suelo emplear aceite corporal -por eso se ve brillante en la tercera fotografia- y un pincel para ir eliminando con paciencia y suavidad los excedentes de masilla y realizar un modelado ajustado a los volúmenes que tengan que reproducirse, intentando que sean lo más naturales y fieles a la realidad posible.

Una vez que la masilla haya fraguado, llega el momento -un poco delicado, eso sí-, de separar ambas partes con cuidado y de comprobar la efectividad aislante del Maskol o líquido empleado como máscara.


Finalmente, quitamos la película de la máscara.


Y, de nuevo, con un lijado muy suave y un papel de grano muy fino limpiamos las imperfecciones o rastros de la masilla para que cuando llegue el momento de juntar ambas partes ya pintadas no se note el artificio y se obtenga una sensación de textura de piel continua.


Podemos repetir el proceso si no nos convence. Y, puesto que en la unión entre los dos fragmentos del brazo aparece un elemento ornamental como una especie de brazalete o torque, siempre podremos modelar un relieve a posteriori que cubra las partes de unión, pintar la masilla cubriente como si se tratara de metal o realizar un dibujo tribal con pintura texturizada que disimule los desniveles que puedan haberse colado al final.

De esta manera es como ya tendremos a Boudica preparada para la capa de imprimación y los trabajos de pintura subsiguientes.

¡Un saludo!

KPG

3 may 2015

De un primer curso con Pepa Saavedra, la diva del aerógrafo


Bajo las sombras, la luz que irradia el genio, la sensibilidad y la alegría de Pepa Saavedra. La diva del aerógrafo, la dueña de la presión justa sobre el gatillo que hace que el aerógrafo no expulse el aire, sino que parezca que respire. Y con ese aire maquillado parece que da vida a las figuras a las que toca, es una especie de hálito mágico y divino. Tuvimos la oportunidad de comprobarlo en el Bunker hace tiempo, en febrero de este año en curso, cuando nos impartió un curso tomando como modelo la Dama del Primer Imperio francés de El Viejo Dragón, un busto bellísimo, sensual, modelado por ese otro artistazo que es Ramón Arredondo.


Sus avances con el modelo que sirvió para la ilustración de la caja, el box-art. Y los discípulos atentos a las explicaciones de una maestra paciente y servicial.


Después de las lecciones básicas sobre uso de colores y mediums...


llegó el momento de trabajar con la máquina diabólica en un ambiente cargado de ilusión y de pintura. ¡Claro, con doce compresores trabajando a la vez! ;)



Primeras capas de una seductora piel.




La cosa es así, compañero.


Humm, así no...


¡Así, hombre!


Por si fuera poco, contábamos con la fortuna de poder apreciar las maravillosas obras que trajo con ella al curso.




Una delicia, ¿no?
Y el segundo día fue el momento para avanzar con detalles de rostro y transparencias de la vestimenta.



Había que recobrar fuerzas tras una intensa sesión...


Y en mayo nos volveremos a ver, porque trabajaremos texturas esta vez con el maravilloso busto de Boudica magistralmente modelado por Pedro Fernández (Orígen Art) y que vale la pena ver de nuevo.


¡¡Hasta pronto, Pepa!!