Luego coloco cola, que, aunque tarde en fraguar, pega la pasta de forma más sólida y consistente que lo haría un pegamento. Antes, y como ya he explicado en otros posts, he realizado marcas sobre la madera, para que la cola y la base de pasta se agarren a la madera y no al barniz protector de esa faceta del prisma que es toda peana.
Una vez extendida la cola, coloco la pasta de modelar sobre ella y cubro la superficie. Procuro no excederme, poner poquita, la justa para tapar toda la parte superior. Si queda algún espacio, añado un poco más.
Lo bueno que tiene que sea pasta de modelar, parecida al barro, es que al humedecerla con agua podemos alisar, completar, rellenar espacios y quitar excedentes.
Este que véis a continuación sería el resultado final de la base con la pasta totalmente extendida.
Dejamos secar un tiempo prudencial y ya estamos preparados para empezar a preparar la ambientación.
Tenemos la peana y la figura. Hay que decidir cuál es la mejor ubicación teniendo en cuenta todos los puntos de vista diferentes y pensando en si va a haber elementos sobresalientes en algún punto que responda a un planteamiento estético previo.
Para ello, yo realizo una marca con mucha antelación una vez que he decidido el lugar final que tendrá la figura y que he estudiado si la sensación de movimiento hacia algún punto externo de la peana pide que deje más espacio hacia algún punto o no. Como sabéis, y empleando ahora un término audiovisual, el "fuera de campo", o de viñeta-peana en este caso, juega un papel importante en la continuidad de la historia que queremos narrar con la figura.
En este caso, como la figura está andando, he preferido dejar un poco de espacio por delante y no pegarlo por el frente, al márgen de la peana. En cualquier caso, intentaré que quede la línea de los hombros un poco en diagonal, para no dar sensación de falta de profundidad y perspectiva.
Llega el momento de empezar a "diseñar" la ambientación. Es importante tener una idea clara de los detalles o elementos que pueden formar parte de la misma y tenerlos preparados previamente. No es lo mismo pensar en un paisaje árido que en un paso por una montaña en invierno. Ya existen, precísamente, diversas pastas en el mercado con la intención de recordar las diferentes texturas de los terrenos.
Una vez que tenemos marcada la huella del o de los pies, procedo a repartir cola blanca (a veces la mezclo con agua y otras no) sobre la base.
Puesto que ya realicé con antelación el diseño de ubicación de la figura y el agujero donde irá el vástago que la sujeta, hago la reserva del mismo con un trozo de clip, para evitar que la arena cubra el lugar dondeirá el vástago. Dejo que sobresalga lo suficiente para que después no sea complicada la extracción.
A continuación, y en este caso, pongo las hierbas en lugares estratégicos aprovechando que la cola está húmeda. Lo hago así para que después, al poner la arena, cubra la base de los matojos y dé la sensación de que, efectivamente, salen del subsuelo.
Y ahora ya procedo a esparcir la arena elegida por el resto de la base y a esperar a que todo seque antes de realizar cualquier otra manipulación.
De momento lo dejo aquí. ¡Hasta el siguiente paso!
¡Un saludo!
KPG