Para evitar eso, os recomiendo, por ejemplo, lo siguiente:
1- Si el recipiente y/o la etiqueta lo permiten, emplead un marcador permanente para escribir el nombre del color. Si lo ponéis en el tapón, siempre podréis encontrarlo antes si tenéis varios botecitos en una caja o bien están todos desperdigados por la mesa.
2- Algunos compañeros incluso emplean un poco del color para pintar un trocito del tapón y poder localizarlo también antes si lo buscan mirando "desde lo alto".
3- Finalmente, os aconsejo proteger la etiqueta con cinta adhesiva transparente. De este modo mejoramos la sujección al botecito y protegemos el nombre y la referencia del color del desgaste provocado por la manipulación. Procurad que la cinta rodee el recipiente y se "pegue" finalmente sobre sí misma.
Claro que cada recipiente nos plantea diferentes maneras de proteger la referencia. De todas formas, vale la pena perder un tiempo inicial en esta tarea, ya que nos evitaremos problemas como olvidarnos del color empleado o confundirlo con otro parecido pero con el que podemos obtener resultados diferentes e inesperados y generalmente distintos de los que esperábamos.
¡Saludos!
KPG