13 mar 2012

Creando volumenes en el rostro donde no los hay

Las capacidades expresivas del rostro de una figura pueden transformarse con el pincel. No sólo basta con conseguir unos ojos expresivos, o, mejor dicho, que expresen aquello que nosotros esperamos aprovechando el espacio modelado por el escultor. Debería existir una consonancia entre lo que quiere expresar la mirada y el gesto para transmitir alguna sensación de acuerdo con el lugar, tiempo y momento en que se representa a la figura.

Y si no existen los volumenes que refuerzan esa expresión...¿podemos pintarlos?

Un ejemplo. Aquí está esa divertida figura que es el "Torrezno" modelado por Antonio Ramírez con los ojos pintados y una base de la carnación. (Miniaturas Ramirez)



La postura tensa de la figura y del rostro nos hace ir a buscar las sombras que generan las arrugas y volumenes de la cara que pueden exagerarse cuando uno está enfadado. Podrían ser estas:




Algo ha cambiado...Las primeras líneas pueden realizarse con un color oscuro para marcar bien esas marcas o partes del rostro que no existían y que ahora hemos inventado con el pincel. Luego, las tratamos como si fueran volumenes ya existentes, con sus luces y sombras. Al ir repasando el trabajo ya suavizaremos el grosor y dureza.

En este caso, sin embargo, me di cuenta de que las líneas iniciales típicas de "fruncir el ceño" que yo coloqué en la frente de la mini no se producen o no se marcan tanto cuando uno está enfadado y hablando (o gruñendo) a la vez. Vaya, al menos eso creo. Intenté comprobarlo ante el espejo (haciendo yo esa mueca) y luego también consultando libros sobre expresiones del rostro o fotografías. Es muy aconsejable hacerse con documentos de estas características y estudiarlos con frecuencia e incluso tenerlos al lado mientras pintamos.

Seguimos trabajando el rostro hasta acercarnos al resultado que buscamos. Añadimos sombras en las zonas donde debieran estar y empezamos a definir zonas de luces teniendo en cuenta la iluminación que queremos trabajar.


Y aquí está el resultado final. Habremos conseguido el "engaño" si quien ve la figura por primera vez no se da cuenta de que esas líneas que marcan zonas que quizás no están modeladas -o que lo están, pero no con el tamaño o volumen que a nosotros nos interesa- parecen existir ya en la figura original.



¡Un saludo!

KPG